jueves, octubre 26, 2006

Palabras

“- What do you read, my lord?

- Words, words, words.”


Leer sólo palabras, escuchar palabras. Como si las palabras fueran trazos sobre un papel o simples sonidos. Hamlet en su ¿fingida? locura no le da más significado.

Nuestra locura, sin embargo, no es fingida; la de nuestros políticos, mucho menos.
Hacemos uso y abuso de las palabras como si de inocentes piezas de un juego se trataran, como si no importara aquello que nombran, como si su significado fuera algo que podemos obviar; no es así. La palabra, el logos, adquiere una categoría reverencial para aquel que conoce su potencia. Su uso, compromete al hablante cuando las utiliza, mucho más de lo que él se cree. Jugar con las palabras, es jugar con algo peligroso, jugar con un golem quizá. No somos conscientes de ello, nuestros políticos mucho menos.

Ayer se aprobó en el Parlamento Europeo la tan esperada resolución en apoyo al "proceso de paz". Cuántas palabras prostituidas de manera obscena, cuántos términos repetidos como si de un mantra se tratara y que no ocultan más que vaguedades y estupideces. Y sin embargo, qué significado encierran.

Para los “parlamentarios, tan sólo palabras que justifican, sin embargo, sus sueldos, dietas y prebendas. Palabras que animan su condición de parias de la política en su dorado exilio belga. Ayunos de poder en sus respectivos países, arrinconados por sus partidos en la pingüe maraña de la política comunitaria, se abalanzan sobre asuntos que son iluminados por los focos de la prensa, para luego, y sin importarles las consecuencias de sus actos, volver a su hastío, a su glorioso y anodino sillón de un, dizque, parlamento en la lluviosa Bruselas.

Para los asesinos, también palabras, letra muerta, papel impreso cuya literalidad nada importa. Pero triunfo que mostrar a sus ensoberbecidas bases, titulares que agitarán ufanos en sus herrikotabernas. Internacionalización de un “conflicto político, conseguida merced a una “tregua” que no es más que movimiento táctico. Al fin y al cabo, palabras con las cuales jugar a mentir y matar.

Palabras hueras para Zapatero y su gobierno. Pírrico refrendo a su “proceso de paz” de las más “altas instituciones europeas”. Humillante precio político a pagar a quienes consideran la muerte y el asesinato de inocentes parte ineludible de su “movimiento de liberación”. Argumentos merced a los cuales sostenerse hasta las próximas elecciones, hablando de “paz” y de “fin de la violencia” que no es más que derrota del Estado de Derecho y traición.

Pero son para aquellos que han sufrido el azote de la muerte más vil, aquellos que han caído defendiendo la libertad, aquellos que soportan la violencia con la indiferencia de sus vecinos; para los que toda esta palabrería sin sentido significa más. Significa su abandono, la negación de su sufrimiento por un gobierno que se dice “preocupado por las víctimas” , la traición a quienes han pagado el precio más alto defendiendo aquello que un gobierno, obligado por la ley, tiene el deber de defender, y sin embargo se niega.

He de decir que no están solos.

Las palabras tienen el poder de matar, sobretodo si son pronunciadas por necios.

2 comentarios:

QRM dijo...

Espléndido, como siempre, fermat.

Tienes razón, las palabras las carga el diablo.
Las palabras someten al interlocutor y se adueñan de su voluntad. Sobre todo cuando se miente, el cúmulo de sentimientos perniciosos, complejos y rencores que confluyen en el mentiroso, que tanto le llevan a la mentira como emanan de ella, le hacen luego imposible la retirada, y le obligan a una huida hacia adelante suicida y asesina: véase ZP.Incluso frente a sí mismo, la mentira se adueña del alma del mentiroso como el anillo de frodo.
En general, los pijiprogres son víctimas de todas sus mentiras, de las que ya ni pueden escapar ni retractarse. Tienen que morir y matarnos con ellas. No tienen otr a salida.

Un saludo.

QRM dijo...

Amigo, creo que Oswald-ludfranz se va a unir a nuestro grupo de blog, sumándose a WSC y a mí mismo.
Reitero una vez más nuestro ofrecimiento para participar en el , con tus brillantes entradas. Es una invitación abierta e indefinida. En cualquier momento que te interese puedes contestar a ella.

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