martes, marzo 06, 2007

Roberpierre perdió la cabeza

Ayer cambié el aspecto de este blog, una vez más, dudo que a mis escasos lectores les importe lo más mínimo, por cierto, ¿cuántos son? A tenor de los comentarios no creo que sean más de seis o siete, y la mayoría de ellos de forma esporádica, y dicho se de paso, ¿por qué escribo?


Podría decir: “Bueno, escribo para mí, para espantar a mis fantasmas, para matar el aburrimiento…” Sí podría decirlo, pero para eso no necesito un blog, ni publicarlo en ninguna parte, basta con escupir mis filias y fobias en el portátil y guardarlas, o borrarlas, según mi voluntad, y sin embargo, me agarro a este blog de forma desconcertante –para mí, al menos-. A este blog, y a otro, algo canalla, en el que escribo bajo un nombre falso, identidad ficticia que oculta otra identidad ficticia. Han sido dos meses en los que fermat, el bueno de fermat, no daba señales de vida, tiempo más que suficiente para cerrar la paraeta, por absentismo, dos meses en que mi Moriarty particular se ha prodigado de lo lindo en el otro blog, a un tabique de distancia, y sin embargo Sherlock sigue vivo.


Pero no he respondido a la pregunta que me acabo de hacer, aunque sea sólo de forma retórica, ¿por qué mantengo un blog? Un blog, que por cierto, no versa sobre nada en particular, y por tanto tiene el interés que indica justamente el número de comentarios (resultaría lamentable incorporar un contador de visitas, por eso no lo hago). 9 de Thermidor surgió de forma casual, huérfanos del blog de Lucrecio en LD, algunos nos buscamos la vida: Status Civitatis, en un primer lugar, creado por QRM, y 9T, al que di forma yo de manera casi clandestina, fue un blog estrictamente político en un principio, y tras mi incorporación a Status, se convirtió en un blog personal. He de decir unas palabras respecto a Status, lamento la faena que le he hecho a QRM, durante estos dos meses de incomparecencia injustificada ha tenido que bregar él sólo con Status, espero que me disculpe. A principios de año, fermat desapareció. Secuestrado, escondido en un pozo y amordazado. Tuvo que purgar sus culpas, y descender a círculos más allá del Malebolge, te lo mereces fermat, por pedante y cargante. Pero alguien tuvo que bregar con mis espasmos grafomaníacos –no se puede llamar de otra forma lo que escribo-, aunque fuera de forma delirante en ocasiones. Le oigo teclear, tan solo nos separa un tabique, fue una especie de golem que creé para soportar las noches de invierno, ahora ha cobrado vida propia, y se ha vuelto incontrolable, pero no pienso hacerle más publicidad, aunque ha cosechado el mismo magro éxito de crítica y público que fermat, no podía ser de otro modo.


Y sigo sin responder, ¿por qué mantengo un blog? (o dos). Un blog absurdo, con a penas lectores, y con un muy limitado interés, agradezco sinceramente, a penas les conozco, a quienes se toman la molestia de leer algo (QRM, Marce, Nüx, el cerrajero, jesús sanz rioja, y algún despistado, creo que no tengo constancia de nadie más), suelo ser un desastre en lo que a devolver visitas se refiere, lo siento. ¿Qué es pues? ¿La necesidad de dar testimonio personal de la deprimente situación política? No, bastaría para ello Status, a demás, las entradas de 9T han acabado siendo de lo más variopintas. ¿La vanidad, acaso? Puede, aunque se trataría de una vanidad trufada de mediocridad, bufonadas pretendidamente serias (cargo principal en la causa que llevó al silencio obligatorio a fermat). ¿El spleen, como a Baudelaire? No sé. ¿Mirarme en un espejo, cuya imagen a duras penas es difícil de soportar? Quizá sea eso. Pero sobre todo es una forma de volver sobre lo mismo, de dar vueltas a las mismas cosas, de no salir de un laberinto que yo mismo me he construido: mezcla de cárcel de Piranesi y edificio a lo Escher. Fantasmas que conozco y que expongo al escarnio público. Es curioso, a pesar de lo que pueda parecer, el anonimato que proporciona un nick hace que uno se vuelva sospechosamente sincero, hay quizá demasiado de mi mismo tras fermat, y sí, también tras el tipo del otro lado del tabique, le oigo teclear, no sé que puede escribir; tan distintos, tan próximos, sombras, simulacros, o no, puede que sea lo contrario, acaso sea yo una sombra, un espectro que vampiriza a un fermat, con f minúscula.


Azul cielo, me gusta ese color, fermat seguirá trampeando entre 9 de Thermidor y Status Civitatis, y el borderline que conspira contra mi supongo que también, pero cada uno en su lado, como mucho nos oiremos recelosos tras un virtual tabique. Anochece, no sé cuado publicaré esto, cuando encuentre una conexión a Internet, o quizá mañana en casa.


Valencia, cinco de Marzo. Parece que el tiempo va a cambiar, días prófugos de primavera que escaparon antes de tiempo. Lástima.


P.D. ¿Verdad que no era tan difícil? El gallego tranquilo, se decidió por fin. Se nota que no se peleó de niño, cuando a uno le pegan, o se defiende, o le siguen pegando.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por favor no cierres tu blog,a mi me gusta tanto, que rompiendo mis propias reglas de no escribir a nadie ni a nada, aqui me tienes rogando.Me gusta lo que escribis y como lo haces.ES POR ELLO QUE TE EXIJO NO PENSAR MAS EN CERRAR EL BLOG.