miércoles, noviembre 22, 2006

Nothing

Por fin en casa, día complicado. Tengo un trabajo que me deja bastante tiempo libre, pero hay días tremendos: odio las reuniones de trabajo, todo el mundo habla y nadie dice nada, hoy las llaman brainstorms, o sea, un barullo tremendo en el que no se saca nada el claro. Hay como una pulsión a decir algo, un horror al silencio, o como diría nuestro funcionario coronado: "hablando se entiende la gente", pues no, generalmente es al contrario.

A penas he podido escribir, un par de comentarios en tiempos muertos, escritos en ordenadores ajenos, para Satus Civitatis, interesante discusión la de hoy. Tenía previsto algo para 9 de Termidor: "The new new left", pero es demasiado tarde, quizá otro día. Oigo a Stanley Payne en la radio, interesante entrevista, y hoy ni si quiera he tenido mi ración diaria de álgebra, así que lo dejo por hoy, mañana escribiré algo.

Valencia miércoles veintidos de Noviembre. Viento, viento, viento racheado. Por lo demás un tipico día de otoño.

P.D. Una fiscal, prologadora de sesudos y comprometidos libros sobre la guerra de Irak, se siente conturbada. Perdida en las procelosas aguas de un sumario, no sabe salir ¿o no quiere? Obediencia debida...y querida.

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