jueves, noviembre 09, 2006

Cambios y reinicio

Cambios, y no únicamente en la apariencia de este blog, cuyo fúnebre aspecto me estaba empezando a cansar. Desde comienzos de esta semana he empezado mi colaboración en el blog Status Civitatis, de manera que centraré en este último los temas que ido tratando en 9 de Termidor; la ofensiva contra la libertad, el acoso de los nuevos bárbaros y la defensa del liberalismo. A partir de ahora, 9 de Termidor será un blog personal, se parecerá más a un diario, un diario de un liberal rodeado de apaches, y que duda cabe, un blog con menos interés -si es que alguna vez tuvo alguno- para el lector. Daré cabida a impresiones personales sobre este matrix zapateril, opiniones, lecturas e incluso cine, si viene al caso. ¿Para qué, qué interés puede tener? Interés puramente egoísta, es una forma más curar este tedio que a veces me paraliza, una manera de dar salida a filias y fobias personales.

Querría explicar un par de cosas respecto al nombre de este blog y al nick que utilizo.

9 de Termidor del año II, fue la fecha, en el calendario republicano -27 de julio de 1794- en la que cayó la dictadura jacobina. Robespierre no pudo concluir su apocalíptico discurso ante la Convención, allí mismo fue detenido, junto con los integrantes del tristemente famoso Comité de Salvación Pública y guillotinados en veinticuatro horas. Triunfó la conjura urdida por Barrás, Fouché y compañía, la Convención y el furor revolucionario dio paso al Directorio, la sangre cedió su lugar a la corrupción. He de confesar que siempre quedó, en mis convicciones políticas, un fondo jacobino, es lo único que salvé de mi pasó por una izquierda que abandoné por imposible y por dignidad intelectual y moral. Un jacobinismo bien entendido, alejado de cualquier tentación totalitaria, de esa absurda fascinación por Rousseau y sus fantasmagorías. Un orgullo de sentirse ciudadano, una defensa numantina de la libertad individual y un republicanismo innegociable, todos ellos ideales jacobinos que quedaron ahogados en sangre, traicionados por aquellos que los defendieron. “La vida privada del ciudadano, no la turbéis”, la frase la pronunció una de las mentes más claras de la Revolución, Saint-Just, guillotinado el mismo día que Robespierre.

Respecto al nick, fermat, hace referencia a mi pasión, las matemáticas. Siempre me cayó bien Pierre Fermat, ese diletante genial. Usurparle el apellido a Fermat es desde luego una descortesía, pero es el nick que usaba en el blog de Lucrecio en Libertad Digital, y decidí conservarlo cuando cerró la paraeta y algunos de los asiduos decidimos continuar ese contubernio en estas nuevas tierras, fruto de ello es Status Civitatis.

Así pues reinicio este blog, no sé por cuanto tiempo, e ignoro si tendrá algún lector o si será de algún interés.

Nueve de noviembre, un buen día para recomenzar. Tan bueno como cualquier otro.

1 comentario:

QRM dijo...

Como mínimo, un lector, querido amigo. Y los apaches, que vengan cuando quieran. Hombro con hombro, les daremos su merecido o sucumbiremos, pues los españoles, los de verdad, los pocos que quedan(quedamos), no se rinden jamás.

Me encanta la época que evocas, el Terror, el Incorruptible y los corrompidos que a la postre fueron salvadores de la patria. Que curiosas sinergias crea la ambición humana y sus ansiedad de poder y riqueza.
Otra figura que me fascina es Carlota Corday, que comenzó la escabechina del 9 Thermidor antes de tiempo, a costa de su sangre y contra Marat, el peor de todos los tiranos. ¿Como sería ella, como olería, que pensaría, a quien amaría? Preguntas sin respuesta.

No abandones el blog, amigo. A mí me haces una faena. Me encanta.