miércoles, diciembre 13, 2006

Film Noir (2)

-...Bien, en realidad quería hablarle de un par de cosas, hace tiempo que no nos vemos y la verdad, últimamente es complicado hablar con usted.

-Bueno sí, hemos tenido mucho trabajo recientemente.

-Ya. Pero tenemos un negocio en común.

-Sí, por supuesto. Diga.

-Tengo entendido que los duendecillos amarillos quieren salirse del negocio. Le advertí que sería complicado negociar con ellos. Parece que el Sr. Azul está algo…desbordado.

-El Sr. Azul está haciendo lo que puede. Lo que pasa es que los duendecillos amarillos tienen clientes muy exigentes a los que atender y no verían con buenos ojos un trato a medias. Ellos también están nerviosos y, entre nosotros, ellos no querrían tener que abandonar el negocio.

-¿Seguro?

-Sí. Durante este tiempo han conseguido más beneficios que haciendo negocios ellos por su cuenta. Les conviene seguir, sólo tienen que encontrar la forma de contentar a sus clientes, el Sr. Azul está en ello.

-Pues no parecen esas las intenciones de los duendecillos amarillos, les ve muy enfadados. Espero que el Sr. Azul cumpla con sus obligaciones, no creo que nos beneficie nada que abandonen el negocio ahora, podrían irse de la lengua.

-No, no. Eso no lo harán nunca. Como digo, la clientela de los duendecillos amarillos es muy exigente, quieren un buen trozo de pastel pero tampoco les beneficiaría ese tipo de escándalo, ya sabe, ahora son gente pública, tienen relaciones.

-¿No me diga que también van a la Opera?

-Bueno, si quiere llamarlo así. Ya me entiende.

-No, no le entiendo.

-Mire, todo consiste en seguir dándoles carnaza, llegará un momento en que a los duendecillos amarillos les resulte oneroso abandonar el negocio. Puede que durante un tiempo nos dejen, el Sr. Azul ya lo ha previsto, pero seguirán, confiamos en los clientes de los duendecillos amarillos. La ópera en el palco se ve demasiado bien como para volver al gallinero.

-¿Le he dicho alguna vez que no me gustan sus metáforas? Hablemos claro, creo que el Sr. Rojo y el Sr. Azul se quedaron sin carnaza hace tiempo, creo que el Sr. Azul ya no sabe que hacer, creo que el Sr. Rojo acabará por darles el pastel entero, y ya que estamos, creo que el Sr. Azul ya no controla al Sr. Rojo, al contrario, es el Sr. Rojo quien controla al Sr. Azul.

-Bueno, en esto último lleva algo de razón. Verá, parece que el Sr. Rojo desde que se convirtió en el nuevo propietario se ha vuelto un tanto…independiente. No ha acabado de entender cual es su posición, parece que se ha creído que el papel de propietario no conlleva obligaciones. Pero es un pardillo, en cuanto comprenda que puede ser sustituible se tranquilizará. A demás el Sr. Negro está al tanto de todo, y si las decisiones del Sr. Rojo nos fueran perjudiciales, los chicos del Sr. Negro se encargarían de “avisarle”, ya me entiende. El Sr. Rojo respeta mucho al Sr. Negro.

-Confía demasiado en el Sr. Negro. ¿Quién puede sustituir al Sr. Rojo a estas alturas? ¿No estará pensando en el Sr. Morado?

-No, no, el Sr. Morado nunca estuvo en el negocio.

-Mire, el Sr. Rojo sabe que no tenemos a un recambio, por eso está empezando a tomar decisiones, y créame, son peligrosas y estúpidas, van a acabar con él y sobre todo con el negocio. Le recuerdo que hemos invertido mucho. ¿No tenemos a nadie más a parte del Sr. Azul cerca de él?

-Sí, pero no podemos emplearle ahora, quizá cuando el Sr. Azul no nos sirva.

-Por cierto, se oyen cosas. Puede que el Sr. Verde y los amigos del Sr. Verde no hicieran tan bien su trabajo. Hay gente curiosa, gente que pregunta, los abogados de los antiguos propietarios se están poniendo muy pesados. No queremos que eso pase, somos gente a la que le gusta la discreción ¿verdad?

-No se preocupe por los antiguos propietarios, no son ningún peligro.

-No me preocupan los antiguos propietarios, me preocupan sus abogados y los amigos de los abogados, se mueven demasiado.

-El Sr. Verde y los amigos del Sr. Verde trabajan ahora para el Sr. Azul, sabrán cortar los flecos sueltos. Recuerde que hubo que hacerlo todo muy rápido.

-Ya. Espero que el Sr. Verde controle a sus chicos. Por cierto, ¿está seguro de que el Sr. Verde trabaja para el Sr. Azul?

-¿Se refiere al Sr. Marrón?

-Sí

-Al Sr. Marrón ya se le pagó.

-¿Está seguro?

-Mire, esté tranquilo, si los chicos del Sr. Verde se mueven, sabremos pararlos, conocemos a gente en los sitios adecuados.

-¿Qué gente?

-Gente. Gente con ambiciones, gente algo cretina, gente con ganas de medrar.

-Gente a la que habrá que pagar, supongo. Se están haciendo demasiadas raciones del pastel, puede que a alguno no le baste, o no le guste.

-¿Ahora es usted quién hace malas metáforas?

-Olvídelo. Puede que nos volvamos a ver, espero que las noticias sean mejores…

Valencia, trece de Diciembre. Un manto de espesas nubes no osó derramar una sola gota –cobarde- que mancillara la grisura del asfalto (o sea, un día gris de invierno, y punto)

P.D. Okupa: Funcionario municipal o autonómico, sito en tierras catalanas que se dedica a la adecuada gestión de la propiedad inmobiliaria, mediante patada en la puerta o atraco administrativo.

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